Las tecnologías informáticas, y ahora en particular la movilidad, los grandes datos, el uso colectivo por la comunidad, y la facilidad de la nube, hacen que si no se pone en pié un proceso de innovación al interior de cada empresa, alguien más hará la innovación de su industria por usted. Quien quita, ¡que ni se parezca a lo que es hoy!

Hace más de 55 años, Theodore Levitt escribió sobre la miopía del mercado, ejemplarizando cómo los Ferrocarriles Nacionales, por pensar que eran un “sistema ferroviario” y no un sistema de transporte, se quedaron por fuera del mercado precisamente del transporte.

Conceptos e ideas como “cilindros metálicos de 100 toneladas elevándose suavemente a través de la atmósfera a 20,000 pies de altitud sobre la tierra, cargados con 100 ciudadanos cuerdos y sanos, bebiendo martinis” eventualmente reemplazaron a los ferrocarriles como medio de transporte, atendiendo todas las bondades de éste y aumentando otras que los ferrocarriles no podrían atender.



La palabra “miopía” utilizada en este sentido es de las más certeras que he encontrado en muchos artículos. Miopía se define como “anomalía o defecto del ojo, que produce una visión borrosa o poco clara de objetos lejanos”… y también como la “incapacidad para ver cosas que son muy claras y fáciles de entender”. Las dos definiciones casan bien tanto para el artículo de Levitt como para lo que percibimos esta sucediendo con las sacudidas que las nuevas tecnologías le están brindando a negocios tradicionales.

También podríamos indicar que el miedo por ignorancia, por no saber que viene al futuro, podría ser uno de los causantes de esta miopía, por lo menos en 1960, pero hoy, con toda la tecnología que existe para diseminar información, no hay disculpas para recostarse en el miedo por la ignorancia, no hay disculpa para no leer un poco, analizar impactos de cambios en otras industrias, y no poder prever que pueda pasar con la industria en la que cada uno se mueve.

Las reglas del mercado en sí mismas han cambiado por completo. Uber es la empresa más grande de servicio de taxi, y no es dueña de un solo vehículo. Facebook es el dueño de medios más popular y no crea nada de su contenido. Alibaba, es la tienda más valiosa y no tiene inventario. AirBnB es el proveedor de alojamiento más grande del mundo y no es dueño de una sola cama.  Bitcoin revolucionó el sector financiero y ningún banco la regula.



Todo esto es solo la punta del iceberg, un iceberg enorme que seguirá dando ejemplos de cómo las tecnologías móviles, la conexión a Internet, la famosa nube, los grandes datos para analizar tendencias y preferencias, y sobre todo la conectividad entre las personas y los negocios, están cambiando todo tipo de industria a como se conocía tradicionalmente.

Recientemente ha habido mucho ruido por parte de los detractores de Uber, obviamente los prestadores de servicios comparativos (esto es tema para todo otro artículo), tratando de detener esta convergencia de nuevas tecnologías, aprovechamiento de recursos disponibles, generando oportunidades de trabajo, y en el medio de todo un excelente servicio al usuario.

Estos proveedores de servicios comparativos pueden seguir “dando la pelea” en los estrados, pidiendo que haya marchas, y hasta atacando vandálicamente a quienes conducen un vehículo afiliado a Uber, pero les aplicarán, en tiempo, la misma teoría de miopía de mercado que Levitt utilizó para explicar la desaparición de los Ferrocarriles.



Curiosamente, en otras industrias no ha habido tanta objeción, y han sabido acomodarse mucho mejor para competir en el mismo campo. No conozco de la primera “huelga” contra la compra en almacenes por internet. Más bien las tiendas entendieron que las bondades que la tecnología brinda es enorme, las acogieron, y hoy venden también a través de este canal.

Tampoco veo a Harvard ni MIT rasgándose las vestiduras porque sitios como Coursera, MiriadaX, o Alison ofrezcan cursos gratuitos por Internet, hasta los mismos de Harvard y MIT! Muchas universidades han cambiado su forma de entregar conocimiento precisamente explotando estas nuevas tecnologías.

No se podrá tapar el sol con un dedo. Es claro, si prefiere, puede enterrar la cabeza en la tierra, como lo haría un avestruz, y darle paso a su miedo por ignorancia. Sin embargo nuestra recomendación es que analice un poco más allá el impacto que pueda tener las tendencias en tecnología informática en SU industria, y busque ser quien innove, quien llegue con mejores productos y servicios al cliente, antes que lo haga otro por usted!



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