Para el tema de TI hay dos lecturas y se han hecho dos definiciones. Una como Gobierno de TI y otra como Gobierno Corporativo de TI. Se ha tenido que hacer énfasis en la palabra “corporativo” para diferenciarlo de la interpretación del Gobierno de TI solamente.

Lo primero y más importante es tener claro exactamente qué es Gobierno de TI, y se puede definir fácilmente como una extensión de los temas de Gobierno Corporativo.

Esto queda como las definiciones del diccionario que al entrar a una palabra, nos envía a ver la definición de otra. Gobierno Corporativo es un conjunto de procesos, costumbres, políticas, leyes e instrucciones que afectan la forma en que una empresa se dirige, administra o controla.



Para el tema de TI hay dos lecturas y se han hecho dos definiciones. Una como Gobierno de TI, que atiende los asuntos al INTERIOR del departamento de TI,  y otra como Gobierno Corporativo de TI, que atiende los asuntos de gobierno corporativo en el área de TI. Se ha tenido que hacer énfasis en la palabra “corporativo” para diferenciarlo de la interpretación del Gobierno de TI solamente.

Si uno fuera “purista” ni siquiera debería haber TI dentro de estas palabras. El gobierno corporativo es el gobierno corporativo, y así como se definen “procesos, costumbres, políticas, leyes e instrucciones” para el resto de las áreas de la empresa, también se deberían fijar para la tecnología informática.



Y ahí vamos al segundo punto importante, el Gobierno de TI, así como el resto del gobierno corporativo, no es responsabilidad de TI, es responsabilidad del comité gerencial, el comité ejecutivo, o como en su empresa se llame al grupo de ejecutivos liderados por el Gerente General y sus inmediatos colaboradores.

Esto nos exige que se cumplan algunas “mejores prácticas” por no tener mejor nombre para ello, que permitirían que a este nivel se pueda ejercer el gobierno también en temas de tecnología informática. Una de estas prácticas es validar cuantas personas de este comité conocen de temas de aplicación de tecnología informática a sus procesos. La otra práctica es que el director del área de tecnología debe hacer parte de este comité.



Encierro el tema de “mejores prácticas” en comillas, porque realmente el concepto de mejores prácticas es otro tema que debemos abordar. ¿Son mejores prácticas para quién? ¿En qué ambiente se aplican? ¿O son tan genéricas que no ayudan tampoco a mucho? Es claro que tenemos una serie de guías, de experiencias, de estudios de muchos frentes, pero tenemos que localizarlas, amoldarlas a los requerimientos en cada país, y más aún a cada empresa y a su estilo de gobierno.

Las mejores prácticas nos hablan de los “que”, y hay una fuerte tendencia a buscar los “comos”, en especial en los departamentos de TI. Es aquí donde hay un alto desencanto cuando se llega a las mejores prácticas. Es no mas observar lo escueta de algunas de ellas, como la ISO38500. Es escueta para quienes buscan el cómo, pero es suficiente para quienes necesitan, a partir del que, generar las actividades al interior del negocio.

Debe quedar claro que a estas alturas del siglo XXI, toda empresa debería tener ya resuelto su sistema de información transaccional, cumpliendo con los mínimos niveles requeridos en cuanto a arquitectura tecnológica (datos separados de los procesos e independiente del dispositivo de acceso) y a calidad y disponibilidad del servicio. Estas características con a las que con frecuencia nos referimos como “tener la máquina aceitada”. Y por lo menos se deben estar haciendo los primeros pasos en la estructuración de sistemas de información gerenciales.

Sin embargo, todavía estamos en etapas con soluciones que no cumplen con estos criterios básicos, con usuarios insatisfechos, demoras en producción de información, decisiones que se toman más por palpito que por análisis. Es aquí donde se corre hacia las “mejores prácticas” como ITIL, CobiT, PMI, PRINCE2, ISO20000, CMMI, TOGAF, entre muchas otras como “tabla de salvación” generando todavía mayor caos y mayor descontento.



El gobierno corporativo deberá tomar riendas en el asunto y tomar decisiones sobre qué pasos deberán seguirse en el corto plazo para “aceitar la máquina” y que las TIC realmente produzcan valor en la compañía. Y ahí si podemos proceder a generar valor con las TIC, y a ejercer un verdadero gobierno corporativo en el área de TI.

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